Historiadora del arte, gestora cultural y guía museística
Soy Marta Grassot, una historiadora del arte enamorada de Girona. Realizo tours por la ciudad y explico, con mucha pasión, todo lo que sé sobre patrimonio, arte y cultura.
He trabajado como guía en varios museos de la ciudad y alrededores como el Museo de Arte de Girona, el Museo Arqueológico de Cataluña Girona y la ciudad griega y romana de Empúries, perfeccionando mis habilidades comunicativas. Me gusta aprender y mi formación en arte antiguo, investigación y gestión cultural con el Master de Investigación en Humanidades por la UdG y el Master en Gestión Cultural por la UOC me dan herramientas para pensar y diseñar itinerarios temáticos por la ciudad.
Soy una emprendedora inquieta y empeñada en hacer llegar el patrimonio y la cultura a todo el mundo que le pueda interesar y una apasionada de aquellas historias cautivadoras que se explican con entusiasmo.
La Mosca Tours pretende mostrar los aspectos más interesantes y esenciales de la ciudad de Girona por medio de recorridos creativos y participativos.
Apostamos por el turismo responsable, sostenible y de calidad, y por eso nuestros grupos tienen un máximo de 12 plazas: para garantizar un trato próximo y el máximo respeto a la ciudad y a sus vecinos. Las experiencias de La Mosca Tours son únicas porque queremos invitaros a conocer y vivir esta ciudad en primera persona de la manera más original posible.
Itinerarios exclusivos
Nuestros recorridos son diseñados concienzudamente y siempre pensando en ti
Turismo responsable y sostenible
Apostamos por la calidad, el pequeño formato y la participación. Es por eso que nuestros grupos no son de más de 12 asistentes
Rutas circulares
La mayoría de rutas son circulares, para potenciar la comodidad
Aseguramos la experiencia
Disponemos de un seguro de Responsabilidad Civil que cubrirá cualquier accidente que pueda suceder durante las actividades
VIVE GIRONA
Las moscas son un símbolo de Girona.
Cuenta la leyenda que en la época de las cruzadas, los franceses de Felip II de Borgoña asediaron la ciudad y, no contentos con esto, quisieron profanar el cuerpo del santo patrón de la ciudad: Sant Narcís.
En aquel momento, salieron del sepulcro unas moscas gigantes y protectoras, que persiguieron el ejército francés por todo Girona y salvaron la ciudad.